Evangelio miércoles 18 de septiembre

Miércoles 18 de septiembre de 2019 | Ignacio Torres

18 de SEPTIEMBRE del 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 7, 31 - 35

Miércoles de la Vigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario

¿Con quién puedo comparar a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen?
Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se dicen entre ellos: '¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!'.
Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen: '¡Ha perdido la cabeza!'. Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: '¡Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores!'. Pero la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos sus hijos".

Meditación Ignacio Torres Karmy

"¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!"

Jesús pareciera decirme: Querido amigo, el gran desafío del tiempo que te ha tocado vivir es descubrir el paso del Dios de la vida, y transmitirlo como testigo a los que te he puesto en el camino. ¡Qué difícil le resulta al hombre descubrir el paso de Dios en su vida! No enredes y compliques la vida; dándole mil vueltas a las cosas y perdiendo tanto esfuerzo y energía en temas sin importancia. Anda y desenreda, ilumina, y simplifica tu entorno; haciendo la vida más plena y alegre a los demás.
El evangelio de hoy, me muestra a una generación de hombres como la que hoy vivo: inmovible e incapaz de descubrir y comprender el sentido del tiempo, y como Dios habita y gobierna todas las cosas. Hemos perdido la cabeza y mil cosas, y caminamos pesadamente por la vida. El evangelio me invita a discernir y rumiar el paso de Dios en mi vida, como algo evidente, simple e iluminador. Solo necesito usar los anteojos de la fe, y compartirlos con los demás.

Señor mío y Dios mío, aquí desde mi ventana veo a las personas caminar, los autos y el ajetreo de la mañana... un día normal. Sin embargo, has preparado algo único para cada uno; y yo pronto caminaré igual que ellos a mi trabajo y comenzar ... un día normal. Oh Jesús mío, que en la cotidianidad aprenda a descubrir tu paso por mi vida, y a no perder la cabeza enredando y complejizándolo todo. En este día, te pido por mi lindo Chile, por mi querida Patria.

AMÉN

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